Cadillac: El Legado Automotriz Detrás de ‘La Bestia’, la Limusina Presidencial

La Bestia Cadillac

Cadillac y la Presidencia: La Historia Detrás de ‘La Bestia’, la limusina de poder

A lo largo de la historia de Estados Unidos, pocas cosas han simbolizado tanto poder, tradición y seguridad como la limusina presidencial, conocida popularmente como «La Bestia». Este vehículo es más que un medio de transporte: es una fortaleza sobre ruedas y un reflejo de la evolución de la tecnología automotriz, liderada por Cadillac.

 

Los Orígenes Presidenciales de Cadillac

La relación entre Cadillac y los presidentes de EE. UU. comenzó hace más de un siglo. En 1919, el presidente Woodrow Wilson desfiló en un Cadillac Serie 53 de 1916 tras el fin de la Primera Guerra Mundial, marcando el inicio de una tradición histórica. Aunque otros fabricantes también tuvieron el honor de transportar a mandatarios, Cadillac se ha mantenido como un favorito recurrente.

Entre los vehículos más destacados se encuentran los convertibles Cadillac apodados “Queen Mary” y “Queen Elizabeth”, que transportaron a los presidentes Roosevelt, Truman y Eisenhower desde 1938. Estos modelos de 6.5 metros de largo y más de 3 toneladas estaban equipados con municiones, radios de dos vías y generadores, una tecnología avanzada para su época.

 

El Nacimiento de «La Bestia»

El nombre «La Bestia» se popularizó en 2001 con la limusina diseñada para el presidente George W. Bush. General Motors, con su experiencia en innovación automotriz, desarrolló este vehículo a medida para cumplir con los estrictos estándares de seguridad del Servicio Secreto. Aunque sus especificaciones exactas son clasificadas, se sabe que incluye:

  • Blindaje avanzado: Protege contra explosiones y ataques balísticos.
  • Cámara de visión nocturna: Para conducir en cualquier condición.
  • Sistemas de comunicaciones seguras: Enlace directo con líderes mundiales y equipos de seguridad.
  • Depósito de oxígeno y suministro médico: Incluido en caso de emergencias.

En 2009, la versión rediseñada inspirada en el Cadillac DTS debutó con Barack Obama. Para 2018, un modelo basado en el Cadillac CT6 se convirtió en la limusina de Donald Trump, destacando por su diseño elegante y equipamiento de última generación.

 

Una Relación Íntima con Cadillac

La conexión entre la familia Trump y Cadillac es también un capítulo interesante. Durante un evento en Michigan, el presidente Trump recordó cómo su padre, Fred Trump, tenía una gran preferencia por los Cadillac. “Para él, conseguir un Cadillac azul oscuro nuevo cada dos años era un lujo”, mencionó. Este amor por la marca es parte del legado que Donald Trump aún celebra.

 

La Evolución Continua de un Ícono Automotriz

Hoy, «La Bestia» no solo representa la seguridad del líder estadounidense, sino también el espíritu de innovación automotriz. Con cada generación, Cadillac combina diseño, tecnología y tradición para mantenerse como un símbolo de poder y excelencia.

 

Sitio oficial: www.gm.com.mx

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