Talento Global sobre Ruedas: vehículos autónomos del Tec de Monterrey y del Politécnico de Milán hacen historia en La Carrera Panamericana
Un arranque histórico para La Carrera Panamericana
Por primera vez en sus 75 años, La Carrera Panamericana comenzó desde un campus universitario: el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
Este hecho marcó un hito para la competencia y para la movilidad autónoma en México.
En el arranque, un convoy de vehículos sin conductor mostró el avance de la innovación en el país.El evento coincidió con el 50º aniversario del Tec de Monterrey en la Ciudad de México.
En esta edición, la carrera unió pasado, presente y futuro con un enfoque tecnológico.
Una alianza internacional para la movilidad del futuro
El proyecto surgió de la colaboración entre el Tecnológico de Monterrey (México) y el Politécnico de Milán (Italia).
Ambas instituciones trasladaron la investigación sobre conducción autónoma del laboratorio a las carreteras mexicanas.
El convoy incluyó un vehículo desarrollado por el equipo AIDA (Artificial Intelligence Driving Autonomous) del Politécnico de Milán.
Este modelo cuenta con sistemas de conducción autónoma.
El Tec de Monterrey, por su parte, lideró otro vehículo a través de la iniciativa BloomDrive Intelligence.
La alianza representa un paso firme hacia una movilidad más inteligente y sostenible.
La visión académica: tecnología con sentido mexicano
El Dr. Feniosky Peña Mora, decano nacional de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey y presidente de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles (ASCE), explicó los avances del proyecto.
Según el académico, el Tec desarrolla una tecnología patentada de conducción autónoma basada en nuevos algoritmos que mejoran la rapidez, la eficiencia y la seguridad.
El objetivo es adaptar la movilidad autónoma al contexto mexicano.
Los algoritmos toman en cuenta factores locales como el comportamiento de peatones, la variedad de vehículos y las condiciones de tráfico.
Peña Mora destacó la importancia del intercambio de conocimiento académico con el Politécnico de Milán.
También reconoció la labor de los alumnos del Campus Santa Fe, quienes se integran cada año al laboratorio para aportar nuevas ideas.
“Queremos crear algoritmos que reflejen nuestro contexto, con un sentido mexicano, y que la tecnología autónoma sea accesible, segura y equitativa para todos.”
— Dr. Feniosky Peña Mora
Cuarta etapa: rumbo a Querétaro
El convoy participa en la cuarta etapa de La Carrera Panamericana, con dirección a Querétaro.
Este tramo es uno de los más complejos del recorrido, con curvas cerradas, pendientes y zonas montañosas como Mil Cumbres y Huajúmbaro.
A lo largo del trayecto, los autos cruzan regiones históricas que unen tradición e innovación sobre la misma ruta.
Los protagonistas sobre ruedas: Porsche Taycan y Maserati Folgore
El vehículo guía, conocido como “El Fantástico”, es un Porsche Taycan 100% eléctrico.

Su diseño combina el arte mexicano con tecnología avanzada y lleva los emblemas del Tecnológico de Monterrey, Nuevo León y La Carrera Panamericana.
Este modelo destaca por su tracción integral, sistema de recuperación de energía y desempeño deportivo sin emisiones.
Detrás de él circula el Maserati GranCabrio Folgore, modificado para operar de forma autónoma.

El auto cuenta con sensores, radares, cámaras de visión 360°, comunicación vehículo a vehículo (V2V) e inteligencia artificial desarrollada por el Politécnico de Milán.
Ambos vehículos son parte del programa de investigación que busca validar la conducción autónoma en condiciones reales de México.
Tecnología y cultura en movimiento
Antes del arranque oficial, el convoy realizó una parada simbólica frente al Palacio de Bellas Artes.
El acto representó la unión entre la herencia cultural mexicana y la innovación tecnológica.
Los investigadores destacaron que el proyecto evalúa cómo la tecnología autónoma puede adaptarse a entornos urbanos complejos.
Innovación y tradición sobre la misma ruta
Con esta iniciativa y su paso por la cuarta etapa rumbo a Querétaro, La Carrera Panamericana reafirma su papel como punto de encuentro entre historia y futuro.
El inicio desde un campus universitario muestra el compromiso de la academia con una movilidad más humana, conectada y sostenible.
El conocimiento y la tecnología avanzan, esta vez, sobre cuatro ruedas.
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